Es uno de los enclaves más clásicos a la hora de hablar de calçotadas y para ellas tienen preparadas las llamadas tinas, unas botas de madera con capacidad para hasta 16 personas donde se pueden degustar los calçots más vallencs en un ambiente más recogido e íntimo entre amigos y familia. Para estas reuniones cuentan con un menú especial en el que además de calçots con salsa se puede degustar salchichón con alubias, carne de cordero a la brasa y crema catalana, todo ello regado con vinos del Penedès.