Es común creer que la fuerza en las manos representa el mayor porcentaje de éxito para un escalador. Por supuesto que tener una gran fuerza te ayuda a escalar con mayor seguridad, pero el saber colocar los pies correctamente será uno de los principales elementos que te ayudarán a mejorar en la escalada. Marcará la diferencia entre ser capaz de afrontar escaladas más o menos duras o complejas. Es decir, si no encuentras agarres para las manos, seguramente tus pies estén bajos, si pierdes el equilibrio, posiblemente tus pies estén mal colocados, si solo tiras de tus manos, tus piernas solo representan un lastre. En este sentido, te animo a que seas consciente de todas estas situaciones, para recapacitar sobre la posición de tus pies, de como te deben ayudar a encontrar un mejor centro de gravedad, a evitar puertas, a exprimir reposos, a alcanzar altura, etc. ¡Usalos!, se convertirán en una de tus mejores bazas.