En su segundo día en Viena, visite algunos de los famosos museos de la ciudad, como el Museo de Historia del Arte y el Museo de Historia Natural. Después, diríjase al Palacio de Belvedere para ver la colección de arte de Gustav Klimt. Por la tarde, relájese en los hermosos jardines del Palacio de Schönbrunn y disfrute de las vistas panorámicas de la ciudad desde la Gloriette.