Una variante interesante de los callos a la romana es añadir pollo al guiso. El pollo aporta un sabor más suave y una textura diferente al plato. Para hacer esta versión, se pueden cortar el pollo en cubos y añadirlo al guiso junto con los callos y los demás ingredientes. El resultado será un plato más completo y nutritivo, ideal para los días fríos de invierno.