Este 8 de marzo, el violeta inundará de nuevo las calles de muchos rincones del mundo en la celebración del Día de la Mujer. La explicación más extendida, y la que suscita más consenso entre las mujeres que hoy en día participan en las movilizaciones feministas, asocia el color violeta a un suceso trágico que impulsó las primeras grandes protestas feministas: el 25 de marzo de 1911, más de 140 trabajadores de la fábrica textil Triangle Shirtwaist de Nueva York perecieron en un incendio. La mayoría de las personas que fallecieron eran mujeres jóvenes inmigrantes, de procedencia judía e italiana, que confeccionaban camisas de hombre. Estas prendas, supuestamente, eran de color lila.