Esta pizza es una deliciosa combinación de queso parmesano y huevo. La masa de pizza se prepara con harina, agua, levadura y sal, y se deja reposar durante unas horas para que se levante. Luego se extiende la masa y se cubre con una capa de queso parmesano rallado y un huevo crudo en el centro. Se hornea en el horno hasta que la masa esté dorada y crujiente, y el huevo esté cocido pero todavía líquido. Esta pizza es perfecta para un desayuno o brunch, y es una excelente manera de disfrutar de los sabores de la cocina italiana de una manera innovadora y creativa.