Sus ventanales que dan a la Vía Augusta no te darán la sensación de estar ante un sitio que destaque por lo acogedor, pero si entras te llevarás una agradable sorpresa. El DOP tiene dos cosas que lo convierten en un favorito de la zona alta: una chimenea -con fuego real, que todo hay que precisarlo- perfecta para invierno y una amplia terraza interior perfecta para todas las estaciones, en un local tranquilo de los que te garantizan que siempre quedarás bien. De lunes a viernes ofrecen un menú de tapas por 18 euros. Cocina elaborada de eternos mediterráneos con algún guiño a Japón (en su carta están correctamente especificados qué platos no son aptos para alérgicos e intolerante) y postres de escándalo.