Este venezolano con decoración victoriana de la que da ganas de arrebujarse en un mantón y de que sea siempre invierno esconde una terracita de lo más primaveral en su local del barrio de Gràcia (tiene otro en el Gótico). Sirve cócteles, arepas, ceviches, buenas hamburguesas y tiene un menú nocturno por 25 euros que garantiza comer hasta hartarse. Rollo joven y siempre animado.