El restaurante del hotel Pulitzer es un blanco y luminosísimo espacio a un paso de Plaza Catalunya que sorprende por lo apacible. El comedor, a pie de calle, da a un patio con plantas tan silencioso y agradable que no parece que estemos en el meollo de la ciudad. Frecuentado no sólo por turistas alojados en el hotel, su menú de 16,50 euros a elegir entre seis primeros, seis segundos y postre atrae a barceloneses enterados de dónde comer bien, con buen servicio y sin prisas en una zona donde esas opciones no abundan. Sólo abre a mediodía, porque no se puede tener todo. Si se busca un plan de tarde no precisamente gastronómico, la terraza organiza durante todo el verano, de seis a doce, conciertos, sesiones de di y alternes varios que te resuelven el día.