La civilización egipcia se desarrolló durante más de 3,000 años y, por lo tanto, muchas de las creencias acerca de la muerte y el Más Allá fueron cambiando a lo largo de su historia. Desde los inicios, los antiguos egipcios se negaban a tener sólo una vida física temporal y, para ello, quizás establecieron una serie de ideas religiosas con el fin de buscar la inmortalidad basadas en ciclos de muerte y renacimiento.