Esta receta es muy común en estar fechas de Navidad tan señaladas. No requiere una elaboración muy compleja, y el resultado será excepcional. Primero hay que pedirle al carnicero un cochinillo lechal pequeño, que no pase de los 4 kg para que quepa bien en el horno. Mientras salpimentamos el cochinillo o lechón y lo untamos con la manteca de cerdo, precalentamos el horno a 190°. Tras los 90 minutos, damos la vuelta al cochinillo con cuidado y dejamos que se ase otros 30 o 40 minutos sin tocar la temperatura. Es importante gratinarlo durante 4 minutos, para conseguir un dorado perfecto y una piel crujiente. Esta receta combina a la perfección con unas patatas a lo pobre, no obstante si crees que se te va a hacer muy pesado, puedes acompañarlo con unos cogollos de lechuga y unos gajos de tomate.