Este plato funciona muy bien como aperitivo. Esta formado por una receta sencilla y clásica, que cada familia prepara de la misma manera pero con su toque especial. A la hora de comprar las almejas, las encontraremos de muchos precios y calidades. Por eso, cada uno comprará las que mejor se adapten a su situación. Se colocan las almejas en remojo durante al menos 2 hora, para que las almejas suelten la arena. Asimismo, es importante cambiar el agua cada media hora. Tras esto, las cocemos al vapor para que se vayan abriendo. Por otro lado, vamos haciendo el sofrito, para más tarde juntarlo con las almejas. Tras esto, posamos las almejas a la marinera a una cazuela de barro, donde las servimos tras espolvorearlas con perejil picado. Como acompañantes perfectos encontramos un buen vino blanco y un poco de pan para el mojeteo.