A la muerte de Alejandro Magno, en el año 323 a.C., la cultura de todos los pueblos mediterráneos estaba muy influenciada por la griega. Más tarde, los sucesores de éste, se dedicaron a expandir esta cultura mucho más allá todavía, hasta los confines del mundo conocido por los griegos, dando lugar a una serie de reinos bastante inestables que constituyeron a nivel territorial, político y económico lo que hoy denominamos Helenismo, una transformación muy evolucionada y cosmopolita de la cultura griega del periodo clásico.