Pocos años atrás un equipo de arqueólogos coordinados por el profesor Darío Bernal de la Universidad de Cádiz se desplazaron a las ruinas de Pompeya y en la única tienda conocida hasta ahora donde se vendía pescado encontraron ánforas de unos 100 litros de capacidad que todavía olían a pescado, hallando en una de las tinajas restos orgánicos de boquerones. Tras su análisis pudieron comprobar que se trataba del garum original (pescado azul, sal y polen) que quedó perfectamente conservado gracias a las cenizas…