Ya no basta con mantener el cuerpo en estado óptimo. El ritmo de vida actual marcado por el estrés, la ansiedad derivada de un entorno amenazante y una mentalidad colectiva que invita a la insatisfacción constante ponen en jaque la salud cerebral. Este concepto, relativamente nuevo, está relacionado con el desarrollo neuronal, la plasticidad, su funcionamiento y recuperación a lo largo de la vida. Según indica la OMS, “la buena salud cerebral es un estado en el que cada individuo puede realizar sus propias habilidades y optimizar su funcionamiento cognitivo, emocional, psicológico y conductual para hacer frente a situaciones de la vida”.