Gwendolen está enamorada de Ernesto. Y Cecily también está enamorada de Ernesto. El problema es que Ernesto no existe. Jack está enamorado de Gwendolen, y Algernon está enamorado de Cecily. Ellas dos sólo podrían amarles... si fuesen Ernesto. Y los dos están dispuestos a ser Ernesto, aunque ninguno es Ernesto. Lo cierto es que ninguna señorita educada podría amar a un hombre que no fuese un honesto Ernesto.