Esta tarta de manzana y canela es una deliciosa combinación de sabores clásicos. La base de la tarta es una masa quebrada casera, que se rellena con una mezcla de manzanas cortadas en cubos y canela. La cobertura es una capa de vino tinto, que le da un toque afrutado y delicioso. La tarta se hornea hasta que esté dorada y crujiente por encima, y las manzanas estén suaves y jugosas. Es perfecta para servir como postre o para disfrutar con una taza de té o café.