Esta deliciosa tarta combina el sabor intenso de las avellanas con el dulce sabor del chocolate. La base de la tarta es una masa crujiente de galletas y mantequilla, que se rellena con una mezcla de avellanas molidas, chocolate derretido, huevos y azúcar. La tarta se hornea hasta que esté dorada y crujiente por fuera, pero suave y cremosa por dentro. Se puede servir fría o a temperatura ambiente, y es perfecta para cualquier ocasión especial.