La mayoría de los niños detestan tomar suplementos vitamínicos. Sin embargo, si llevan una dieta rica y balanceada, no los necesitarán. Solo debes incluir cinco porciones de frutas y vegetales al día. La vitamina A y C se puede hallar en las verduras como el tomate, el pimiento, la zanahoria y la coliflor y, en frutas como la naranja, el albaricoque, la pera, el melón, la manzana y la fresa. De igual manera, puedes encontrar vitaminas del grupo B en las carnes, pescados, huevos y productos lácteos.