Si quieres añadir un toque crujiente a la Porrusalda, puedes preparar un crujiente de panceta para acompañarla. Para ello, corta la panceta en tiras finas y fríela en una sartén hasta que esté crujiente. Escurre el exceso de grasa en papel absorbente y sírvela como topping para la sopa. El contraste entre la textura cremosa de la Porrusalda y el crujiente de la panceta hará que esta receta sea aún más irresistible. Sirve caliente y disfruta de esta deliciosa combinación de sabores y texturas que seguro enamorará a todos.