Si quieres añadir un toque crujiente y sabroso a la Porrusalda, puedes preparar un crujiente de queso para acompañarla. Para ello, coloca montoncitos de queso rallado en una bandeja de horno forrada con papel de hornear. Hornea a temperatura media hasta que el queso se derrita y se forme una capa crujiente. Deja enfriar y sírvelo como topping para la sopa. El contraste entre la textura cremosa de la Porrusalda y el crujiente de queso hará que esta receta sea aún más irresistible. Sirve caliente y disfruta de esta deliciosa combinación de sabores y texturas que seguro enamorará a todos los amantes del queso.