Fue la única máquina que se inventó en el siglo XIX para un uso doméstico. La máquina de coser resultó una de las innovaciones técnicas con mayor impacto en la vida cotidiana. La industria textil se había mecanizado, pero en 1800 la confección de ropa seguía siendo plenamente artesanal, como en siglos anteriores. Saint patentó en 1790 la primera máquina de coser – pensada para cuero y lona–, pero no llegó a comercializarla.