La pizza de jamón y piña es una opción clásica y popular en la cocina estadounidense. Se prepara con una base de masa fina y crujiente, que se cubre con una salsa de tomate casera y se cubre con trozos de jamón y piña enlatada. La pizza se hornea hasta que esté dorada y crujiente, y se sirve caliente. Es una opción deliciosa y sencilla para aquellos que prefieren sabores más dulces y salados.