En su último día, tome un tren a las afueras de París para visitar el impresionante Palacio de Versalles, una de las residencias reales más grandes y lujosas del mundo. Después, regrese a la ciudad y camine por los Campos Elíseos, una de las avenidas más famosas del mundo, donde encontrará tiendas de lujo, restaurantes y cafeterías.