Si quieres darle un toque fresco al Saltimbocca, puedes probar la versión con salsa de limón. En lugar de cocinar el plato en una salsa de vino blanco, se cocina en una salsa de mantequilla, limón y caldo de pollo. El resultado es un plato con un sabor cítrico y refrescante que es perfecto para los días más calurosos del año.