La zanahoria es uno de los ingredientes principales de nuestro día a día y es muy fácil de plantar en un huerto urbano. Sólo tenéis que cortar la parte superior (la que siempre quitáis antes de cocinar) y ponerla en un plato con agua. No debéis cubrirla entera, sino sólo hasta la mitad. Debéis mantenerla así en remojo durante varios días y dejarla que le dé el sol directo. En pocos días, empezará a florecer la parte de arriba (donde generalmente parece que hay como pelitos) y saldrán hojitas verdes. Cuando tengan un par de centímetros, hay que pasarla a una maceta.