Que mayor lujo que sentarse en esta terraza por la noche, con las luces de Sorrento y Nápoles como decorado, una copa de limoncello y la tranquilidad de disfrutar del increíble horizonte… Como decía aquella campaña de Benetton… Colors! Me flipan los colores de cada rincón del hotel, de sus libros, sillas, las escaleras, su arte, sus habitaciones y hasta su desayuno (uno de sus grandes activos). Siempre digo que hay hoteles que solo con estar merecen sus estrellas y este es uno de ellos… si encima te sirven, cuidan y miman como en un 5 estrellas, el disfrute está asegurado.