Rodeados por el incomparable marco de las montañas Black Hills, en Dakota del Sur, los rostros colosales de cuatro de los presidentes más importantes de los Estados Unidos de América, tallados en el Monte Rushmore, contemplan impasibles el horizonte. Este monumento faraónico fue concebido como un símbolo de democracia y libertad, y hoy en día es un importante reclamo turístico que es visitado cada año por millones de personas de todo el mundo.