El limoncello es un licor típico de la región de Campania, en Italia, que se elabora a partir de la cáscara de los limones. En esta variante de los struffoli, se añade limoncello a la masa para darle un sabor fresco y cítrico. Una vez fritas, se bañan en miel y se decoran con ralladura de limón. Es un postre perfecto para el verano o para cualquier ocasión en la que se quiera disfrutar de un sabor fresco y diferente.