Pocas cosas hay tan románticas como disfrutar de la puesta de sol en la mejor compañía. Y si es con vistas al Palacio Real o al Templo de Debod, mucho mejor. Eso es lo que ofrece este alojamiento que combina los servicios propios de un hotel con la intimidad que proporciona un apartamento. Para celebrar el día de los enamorados propone durante dos fines de semana (del 11 al 13 y del 18 al 20) un brunch en su espectacular terraza y una visita guiada a su museo secreto.