La falta de conexiones es uno de los problemas tradicionales de los portátiles. Por más puertos con que cuenten, siempre dispondrás muchos menos de los que tendrías con un equipo de sobremesa. Sobre todo si se trata de puertos USB 3.0 o 3.1. Incluye siempre un hub que proporcione puertos adicionales para conectar todo lo que puedas necesitar.