Esta receta de Pato Pekín lleva el postre al siguiente nivel al combinar la carne salada del pato con una salsa de chocolate picante. El pato se asa lentamente hasta que la piel esté crujiente y se sirve con una salsa de chocolate hecha con chocolate negro, chile en polvo y un toque de sal. El contraste entre la carne salada y la salsa dulce y picante es simplemente irresistible. ¡Una combinación inesperada pero deliciosa!