Esta receta original, y a la vez tradicional, del dulce más típico en Semana Santa es un postre que está basado en una rebanada de pan empapada en leche, rebozada en huevo, frita en aceite de oliva virgen extra y aromatizada al gusto con almíbar o, en este caso, azúcar y canela. Es un postre muy sencillo y muy común de estas fechas que se aproximan.