Parecía otra comedia romántica más, pero ha resultado ser una de las más queridas, revisitadas y celebradas del género. Y es que es fantástica en su retrato de los mundos del periodismo y la moda, en el camino de aprendizaje de su protagonista (Anne Hathaway) y, por supuestísimo, la Miranda Presley que interpreta Meryl Streep con tanto glamour y fiereza que solo podemos ponernos a sus pies. Bueno, quizás es lo único que podríamos hacer frente a ella. No deja prisioneros. Su primera escena en la película es icónica.