No solo es esta una gran película, sino que además nos muestra a una veterana Meryl Streep siendo la dueña y señora de todos los registros imaginables de la actuación. Quizás no sea ella la absoluta protagonista (también hay otras historias con Nicholas Cage), pero su porción en este filme de Spike Jonze (con guion de Charlie Kaufman) es magistral. La actriz hace que cada una de sus apariciones en la historia sean dignas de recordar. La escena en la que aparece drogada y hablando por teléfono con Chris Cooper es sencillamente increíble.