La focaccia es una excelente fuente de carbohidratos complejos, que son una fuente importante de energía para el cuerpo. Además, el aceite de oliva que se utiliza en la preparación de la focaccia es rico en grasas saludables y antioxidantes, lo que lo convierte en una opción más saludable que otros tipos de pan. Sin embargo, es importante consumir la focaccia con moderación, ya que su alto contenido de carbohidratos puede contribuir al aumento de peso si se consume en exceso.