Adoptando diversos procedimientos, la esclavitud ya existía antes de que las incipientes sociedades antiguas comenzaran a realizar los primeros registros contables. Posteriormente, los mercaderes europeos siguieron sometiendo a los seres humanos a un estado total de dependencia. De este modo, ganaban muchísimo dinero a partir del comercio esclavista medieval. A cambio, estos comerciantes obtenían suntuosos objetos y materias primas provenientes de Oriente, como especias y seda. Por lo tanto, la esclavitud en la Edad Media era un modelo de negocio muy rentable que fomentaba el tráfico de seres humanos a cambio de productos de lujo procedentes de los territorios orientales.