Los antiguos griegos ya descubrieron el clítoris femenino, aunque lo llamaban ninfa. El precursor de los médicos, Galeno (129-216), creía que su función era mantener la matriz caliente. Otro griego anterior, Estrabón, describió que los egipcios circuncidaban a sus niños y practicaban una escisión (corte) genital a las niñas. Y Sorano de Éfeso describió anatómicamente la vulva, así como una práctica para rebanar los clítoris “demasiado grandes”.